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Monthly Archives: November 2018

Cuidadores de personas con cáncer

Cómo cuidarse a sí mismo?

Fecha: 07 de Noviembre de 2019
Título: Cuidar de uno mismo cuando se está cuidando a otra persona
Información tomada: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC
Recuperado de: Cuidar de uno mismo cuando se está cuidando a otra persona (cdc.gov)

Usted hace muchas cosas para ayudar a cuidar a su ser querido con cáncer. El estrés de estas exigencias puede causar problemas de salud como problemas para dormir y cambios en el apetito. Puede que se sienta ansioso, deprimido o incluso solo. Casi la mitad de los cuidadores no tienen la suficiente cantidad de horas de sueño continuo y reparador, lo que los hace sentirse cansados y lleva a una mala calidad de vida.

Es importante que usted se cuide a sí mismo física, mental y emocionalmente.

Maneras de mantenerse físicamente sano
  • No consuma tabaco. Trate de dejar de fumarexternal icon si es que fuma. Manténgase lejos del humo de otras personas.
  • Limite la cantidad de alcohol que bebe.
  • Consuma muchas frutas y verduras.
  • Mantenga un peso saludable.
  • Sea físicamente activo.
  • Duerma la suficiente cantidad de horas para descansar.
  • Hágase chequeos médicos regularmente.
  • Póngase la vacuna contra la influenza (gripe) todos los años.
Maneras de mantenerse mental y emocionalmente sano
  • ¿Se siente abrumado? Trate de conseguir cuidados de relevo. Los cuidados de relevo son los cuidados temporales que se le dan a una persona que no puede cuidarse a sí misma, para que sus cuidadores habituales puedan tomarse un descanso. Si tiene problemas para encontrar a alguien que lo ayude, pregúntele al equipo de atención médica de su ser querido acerca de recursos comunitarios.
  • Busque apoyo emocional de parte de sus familiares, amigos, personas de su misma fe o un grupo de apoyo.
  • ¿Está preocupado por el dinero? Muchos cuidadores proporcionan apoyo económico, reducen su horario laboral o incluso renuncian a su trabajo para cuidar a su ser querido. Vea nuestra lista de recursos que podrían ayudar.
  • Manténgase activo. Hacer actividad física de manera habitual puede disminuir su riesgo de depresión.
Información tomada de: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC. (07 de Noviembre de 2019). "Cuidar de uno mismo cuando se está cuidando a otra persona" Recuperado de: Cuidar de uno mismo cuando se está cuidando a otra persona (cdc.gov)

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¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

¿Qué Es La Enfermedad De Alzheimer?

Fecha: 13 de octubre de 2019
Título: Enfermedad de Alzheimer
Información tomada: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC
Recuperado de: Enfermedad de Alzheimer (cdc.gov)

Esta es la causa más común de la demencia y a la cual se deben entre el 60 y el 80 por ciento de los casos. Es provocada por cambios específicos en el cerebro. El síntoma característico es tener dificultad para acordarse de hechos recientes, como una conversación ocurrida hace unos minutos o unas horas, mientras que la dificultad para acordarse de los recuerdos más lejanos ocurre más adelante en la enfermedad. Los otros motivos de preocupación, como la dificultad para caminar o hablar, o los cambios en la personalidad, también aparecen más tarde. Los antecedentes familiares son el factor de riesgo más importante. Tener un pariente de primer grado con la enfermedad de Alzheimer aumenta entre un 10 y un 30 por ciento el riesgo de presentarla.

  • Es la forma más común de demencia.
  • Es una enfermedad progresiva que comienza con la pérdida leve de la memoria y probablemente lleve a la pérdida de la capacidad de tener una conversación y responder al entorno.
  • Involucra a las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje.
  • Puede afectar gravemente la capacidad de una persona para realizar las actividades de la vida diaria.
    Si bien los científicos aprenden más cada día, por el momento, todavía no saben qué causa la enfermedad de Alzheimer.
  • En el 2014, tantos como 5 millones de personas en los Estados Unidos tenían la enfermedad de Alzheimer.1
  • Los síntomas de la enfermedad pueden aparecer por primera vez después de los 60 años de edad y el riesgo aumenta al pasar los años.
  • Las personas más jóvenes también pueden tener la enfermedad de Alzheimer, pero es menos común.
  • La cantidad de personas con la enfermedad se duplica cada 5 años a partir de los 65.
  • Se anticipa que esta cifra aumente casi tres veces a 14 millones de personas para el 2060.

Los científicos todavía no entienden completamente qué causa la enfermedad de Alzheimer. Es posible que la causa no sea única, sino que sean varios los factores que afecten a cada persona en forma diferente.

  • La edad es el factor de riesgo más conocido para la enfermedad de Alzheimer.
  • Los investigadores creen que los antecedentes familiares, o sea, los factores genéticos, pueden tener algún papel en la enfermedad de Alzheimer.
  • Se pueden comenzar a producir cambios en el cerebro años antes de que aparezcan los primeros síntomas.
  • Los investigadores están analizando si los estudios, la alimentación y el entorno tienen algún papel en que se produzca la enfermedad.
  • Los científicos están encontrando más pruebas de que algunos factores de riesgo de la enfermedad cardiaca y los accidentes cerebrovasculares, como la presión arterial alta y los niveles altos de colesterol, también pueden aumentar el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer.
  • Hay cada vez más evidencia de que las actividades físicas, mentales y sociales podrían reducir el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer.

La enfermedad de Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento.

Tener problemas de memoria es, por lo general, uno de los primeros signos de aviso de pérdida cognitiva.

Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, además de problemas de memoria, las personas con la enfermedad de Alzheimer podrían presentar uno o más de los siguientes signos:

  • Pérdida de la memoria que afecta la vida diaria, como perderse en un lugar conocido o repetir preguntas.
  • Dificultad para manejar el dinero y pagar las cuentas.
  • Dificultad para completar tareas conocidas en la casa, el trabajo o durante el tiempo libre.
  • Disminución o falta de criterio.
  • Pérdida de objetos e incapacidad de volver sobre los pasos para encontrar esos objetos.
  • Cambios de estado de ánimo, personalidad o comportamiento.

Si usted, o alguien que conoce, tiene varios o incluso la mayoría de los signos mencionados más arriba, no significa que tenga la enfermedad de Alzheimer. Es importante que consulte a un proveedor de atención médica si usted, o alguien que conoce, tiene preocupaciones sobre la pérdida de memoria, las destrezas para pensar o los cambios del comportamiento.

  • Algunas de las causas de los síntomas, como la depresión o las interacciones con medicamentos, son reversibles. Sin embargo, pueden ser graves y deben ser identificadas y tratadas por un proveedor de atención médica cuanto antes.
  • Conseguir un diagnóstico correcto oportunamente les proporciona a usted y a su familia la ocasión de considerar hacer un plan financiero o revisar el que tengan, redactar instrucciones anticipadas, inscribirse en estudios clínicos y anticipar la atención que necesitarán.

El manejo médico puede mejorar la calidad de vida de las personas con la enfermedad de Alzheimer y de sus cuidadores. En la actualidad, no hay cura conocida para la enfermedad de Alzheimer.

El tratamiento aborda varias áreas diferentes:

  • Ayudar a mantener la función mental.
  • Manejar los síntomas relacionados con el comportamiento.
  • Retrasar o desacelerar el avance de los síntomas de la enfermedad.

En la actualidad, muchas personas con la enfermedad de Alzheimer son cuidadas en la casa por integrantes de la familia.

La prestación de cuidados puede tener aspectos positivos tanto para la persona que cuida como para la persona que recibe los cuidados. Puede dar satisfacción personal a la persona que proporciona el cuidado, como agrado por ayudar a un miembro de la familia o a un amigo, y puede llevarla a adquirir nuevas destrezas y mejorar las relaciones familiares.

Aunque la mayoría de las personas cuidan de sus seres queridos y amigos voluntariamente, cuidar de una persona con la enfermedad de Alzheimer en la casa es una tarea difícil y a veces puede volverse abrumadora. Cada día presenta nuevos retos para el cuidador, que tiene que hacer frente a cambios en el nivel de capacidad de la persona enferma y sus patrones de comportamiento. Con el empeoramiento de la enfermedad, las personas que tienen esta afección generalmente necesitan cuidados más intensivos.

La enfermedad de Alzheimer:

  • Es una de las 10 principales causas de muerte en los Estados Unidos.2
  • Es la 6.a causa principal de muerte entre los adultos en los Estados Unidos.
  • Es la 5.a causa principal de muerte entre los adultos de 65 años de edad o más.3

En el 2014, un estimado de 5 millones de personas mayores de 65 años tenía la enfermedad de Alzheimer en los Estados Unidos.1 Se proyecta que esta cifra aumente casi tres veces a 14 millones de personas para el año 2060.1

En el 2010, se proyectó que los costos de tratar la enfermedad de Alzheimer disminuirían entre 159 y 215 mil millones de dólares.4 Se proyecta que para el año 2040 estos costos aumentarán a entre 379 y más de 500 mil millones de dólares al año.4

Las tasas de muerte a causa de la enfermedad de Alzheimer están en aumento, al contrario de lo que pasa con las tasas de enfermedad cardiaca y de cáncer, que están en descenso.5 Se ha demostrado que la demencia (lo que incluye a la enfermedad de Alzheimer) no se notifica en su totalidad en los certificados de defunción y, por lo tanto, la proporción de personas mayores que mueren a causa de esta enfermedad podría ser sustancialmente más alta.

Explore los datos de la enfermedad de Alzheimer y el envejecimiento saludable por ubicación presionando el siguiente link: 

Alzheimer’s Disease and Healthy Aging Data: Explore by Location | DPH | CDC

La memoria frecuentemente cambia a medida que las personas envejecen. Algunas personas notan cambios en ellas mismas antes de que alguien más los perciba. En otros casos, los amigos y la familia son los primeros en ver cambios en la memoria, el comportamiento o las habilidades. La pérdida de la memoria que afecta la vida diaria no es una parte común del envejecimiento. Las personas que tengan uno o más de estos 10 signos de advertencia deberían ver a un médico para averiguar la causa. El diagnóstico temprano les brinda la posibilidad de buscar un tratamiento y hacer planes para el futuro.

10 signos de advertencia de la enfermedad de Alzheimer
  • Pérdida de la memoria que afecta la vida diaria: olvidarse de eventos, repetir lo que se dice o depender de más apoyos que lo ayuden a recordar (como notas adhesivas o recordatorios).
  • Dificultad para planificar o para resolver problemas: tener dificultad para pagar las facturas o cocinar recetas que ha usado por años.
  • Dificultad para completar tareas que le sean familiares en la casa, el trabajo o durante el tiempo libre: tener dificultades para cocinar, conducir, usar el teléfono celular o hacer las compras.
  • Confusión con las horas, fechas o lugares: tener dificultad para comprender un evento que sucederá más tarde o perder la noción de las fechas.
  • Nuevos problemas con palabras al hablar o escribir: tener dificultad para seguir o participar en una conversación, o para encontrar una palabra que está buscando (decir “esa cosa en tu muñeca que dice la hora”, en lugar de “reloj”).
  • Colocar cosas en el lugar equivocado y perder la habilidad de volver sobre los pasos: colocar las llaves del auto en la máquina de lavar o de secar, o no ser capaz de volver sobre los pasos para encontrar algo.
  • Disminución o falta de criterio: ser víctima de una estafa, no manejar bien el dinero, prestar menos atención a la higiene o tener dificultad para cuidar a una mascota.
  • Abandonar las actividades laborales o sociales: no querer ir a la iglesia o a otras actividades que usualmente realiza, no ser capaz de seguir los partidos de fútbol o estar al tanto de lo que está pasando.
  • Cambios en el estado de ánimo y la personalidad: enojarse fácilmente en situaciones comunes, o sentir miedo o sospechas.
Información tomada de: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC. (13 de octubre de 2019). "Enfermedad de Alzheimer" Recuperado de: Enfermedad de Alzheimer (cdc.gov)

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¿Cómo hacer que la actividad física sea parte de la vida de un adulto mayor?

Cosas que debes considerar

Fecha: 11 de diciembre de 2020
Título: ¿Cómo hacer que la actividad física sea parte de la vida de un adulto mayor?
Información tomada: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC
Recuperado de: Cómo hacer que la actividad física sea parte de la vida de un adulto mayor | Actividad física | DNPAO | CDC

Para cumplir con la actividad física que necesitas cada semana, es importante que escojas actividades que te gusten y para las cuales tengas las habilidades requeridas. Eso te ayudará a continuar haciéndolas.

  • La actividad física tiene beneficios inmediatos para la saludpdf iconexternal icon, incluyendo el dormir mejor y tener menos ansiedad. También ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades severas, como cardiopatías, diabetes tipo II y depresión.
  • Tratae de variar tus actividades. Esto puede ayudarte a disfrutar más la actividad física y a reducir el riesgo de lesionarte.
  • La actividad física regular es segura y beneficiosa para ti, aún si tienes problemas para hacer otras actividades diarias normales tales como subir escaleras o caminar.
  • Muchas cosas cuentan como actividad física. Y todo suma a tsu favor. Encuentra las actividades que más te convengan.
  • Si por causa de enfermedad debes tomar un descanso de tu rutina de actividad física, vuelve a comenzar a un nivel más bajo de intensidad y ve aumentándolo hasta que regreses al nivel de antes.
  • Para llegar a un peso saludable y mantenerlo, trata de hacer el equivalente a 150 minutos de actividad aeróbica moderada cada semana (por ejemplo,30 minutos al día, 5 días a la semana). Ten en cuenta que puede que necesites hacer más actividad, o reducir el número de calorías que consumes, para llegar a tu peso deseado.
Actividad física multicomponente

Como parte de su rutina física semanal, los adultos mayores deberían incluir actividades con múltiples componentes para mejorar así sus funciones físicas y reducir el riesgo de una caída o de lesión por una caída. Un ejemplo de un programa de actividad física multicomponente pudiera incluir caminar (actividad aeróbica), levantar pesas (fortalecimiento de músculos) e incorporar ejercicios de equilibrio, como caminar hacia atrás o de lado, o mantenerse en un solo pie. Estas actividades pueden hacerse en casa o con un grupo.

Mejora tu equilibrio

Los adultos mayores deben hacer actividades físicas que les ayuden a mejorar su equilibrio. Estas actividades pueden ayudarles a mejorar su habilidad de resistir cualquier fuerza externa que pueda causarles una caída. Los programas de ejercicios para la prevención de caídas que incluyan actividades de equilibrio y otros ejercicios para mejorar el desempeño en tareas cotidianas, pueden también reducir significativamente el riesgo de lesiones, como fracturas, si llegase a ocurrir una caída. Estas actividades pueden incluir caminar hacia atrás o de lado, caminar en los talones, en la punta de los dedos o intercambiando talón y dedos, practicar levantarse de una silla, o mantenerse en una pierna teniendo una mesa o una pared cerca. Fortalecer los músculos de la espalda, el abdomen y las piernas también mejora el equilibrio.

¿Qué sucede si tienes una condición crónica?

Si tienes alguna condición de salud, como artritis, diabetes o cardiopatía, esto no significa que no puedas mantenerte activo. Todo lo contrario. La actividad física regular puede mejorar tu calidad de vida y reducir el riesgo de que desarrolles otras condiciones de salud.

Pregúntale a tu doctor si tu condición de salud limita de alguna manera tus posibilidades de estar activo físicamente. Luego, trabaja junto a tu doctor para diseñar un plan de actividad física que sea apropiado para tus habilidades. Si tu condición te impide llegar al nivel mínimo recomendado de actividad física, trata de hacer lo más que puedas. Lo importante es que no te quedes inactivo.

 

¿Qué sucede si tienes alguna discapacidad?

Si eres un adulto mayor y tienes una discapacidad (enlace solo en inglés), la actividad física puede proveer importantes beneficios a tu salud como, tener un corazón, pulmones y músculos más fuertes, mejorar tu salud cerebral y tener un mejor desempeño en las tareas cotidianas. Es mejor que visites a tu médico antes de comenzar cualquier rutina de actividad física. Consulta a algún profesional que tenga experiencia con la actividad física y su relación con las discapacidades. Estos profesionales podrán decirte cuánta, y qué tipo de actividad física es apropiada para ti, de acuerdo a tus habilidades.

Si quieres encontrar más información, visita la página del Centro Nacional de Actividad Física y Discapacidad, o NCHPAD, por sus siglas en inglésexternal icon (enlace solo en inglés).

¿Cuándo debes consultar con tu doctor?

Hacer actividades físicas que requieran un esfuerzo moderado es seguro para la mayoría de las personas. Pero si tienes alguna condición de salud, como artritis, diabetes o cardiopatía, primero consulta con tu médico para que sepas cuánta y qué tipo de actividad física es apropiada para ti. Además, si has estado inactivo, no estás en forma o tienes sobrepeso, y quieres hacer alguna actividad física intensa, como trotar, es más seguro que primero discutas esto con tu médico antes de comenzar a hacerla.

Información tomada de: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC. (11 de diciembre de 2020). "¿Cómo hacer que la actividad física sea parte de la vida de un adulto mayor?" Recuperado de: Cómo hacer que la actividad física sea parte de la vida de un adulto mayor | Actividad física | DNPAO | CDC

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Atención en el domicilio para los cuidadores

Preguntas y respuestas sobre la atención en el domicilio y la COVID-19 para las familias y los cuidadores.

Fecha: 02 de marzo de 2021
Título: Actualización de la estrategia frente a la COVID-19
Información tomada: Organización Mundial de la Salud
Recuperado de: Preguntas y respuestas sobre la atención en el domicilio y la COVID-19 para las familias y los cuidadores (who.int)

Las personas que no tienen síntomas deberían poder quedarse en casa si están adecuadamente aisladas de los demás, pero esto debe confirmarlo un médico. Puede estudiarse la posibilidad de prestar atención en el domicilio a los pacientes con una enfermedad leve o moderada que tengan menos de 60 años, no fumen, no sean obesos y no tengan otras patologías, como enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, enfermedades renales crónicas o inmunodepresión.

Un trabajador de la salud evaluará los factores de riesgo junto con los síntomas del paciente, los antecedentes médicos y la capacidad de la familia para manejar la atención. Es necesario que los miembros del hogar limiten los espacios compartidos, practiquen la higiene recomendada y sepan reconocer y responder a los signos de empeoramiento del paciente.

Un trabajador de la salud capacitado debe evaluar si el domicilio en cuestión es adecuado para el aislamiento y la atención de un paciente con COVID-19 y si es posible aplicar las debidas medidas de control y prevención de infecciones. Los trabajadores de la salud capacitados también desempeñan una función importante al apoyar al paciente y a la familia en el hogar, por teléfono, mediante la telemedicina o en los equipos de extensión.

 

Hay una serie de precauciones que pueden evitar el contagio de la COVID-19 a otros miembros del hogar:
  • La persona enferma debe instalarse en una habitación individual; si esto no es posible, el resto de miembros del hogar deben mantener una distancia mínima de un metro.
  • Garantizar una adecuada ventilación en la estancia que ocupa la persona enferma y en los espacios compartidos y abrir las ventanas si es posible y seguro hacerlo.
  • La persona enferma debe llevar puesta una mascarilla médica siempre que sea posible, en particular cuando no esté sola en la habitación y cuando no mantener una distancia mínima de un metro de los demás.
  • No deben permitirse visitas en el domicilio.
  • El número de cuidadores debe estar limitado a una sola persona que no tenga afecciones subyacentes, de ser posible.
  • Los cuidadores y los miembros de la familia deben ponerse una mascarilla médica mientras estén en la misma habitación que la persona enferma. Durante su uso, no deben tocarse la mascarilla ni la cara. Después de salir de la habitación, deben desechar la mascarilla y lavarse las manos.
  • La persona enferma debe tener sus propios platos, tazas, cubiertos para comer, toallas y sábanas. Deben lavarse con agua y jabón y no deben compartirse con otras personas.
  • Las superficies que la persona enferma toca frecuentemente deben limpiarse y desinfectarse al menos una vez al día.
  • Al toser o estornudar, es necesario cubrirse con la parte interior del codo o con un pañuelo de papel que debe desecharse inmediatamente.
  • Al toser o estornudar, es necesario cubrirse con la parte interior del codo o con un pañuelo de papel que debe desecharse inmediatamente.
  • Todos los miembros del hogar deben lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia, especialmente: -después de toser o estornudar; antes, durante y después de preparar alimentos / antes de comer / después de ir al baño / antes y después de atender a la persona enferma / siempre que se advierta suciedad visible en las manos.

Los residuos de la persona enferma deben embalarse en bolsas resistentes y bien cerradas antes de desecharlos.

 

Las personas con COVID-19 que reciben atención en el domicilio deben permanecer en aislamiento hasta que ya no puedan transmitir el virus a otros:

  • Las personas con síntomas deben permanecer aisladas durante un mínimo de 10 días desde el inicio de los síntomas, más otros 3 días desde su desaparición, es decir, desde que dejaron de tener fiebre y síntomas respiratorios.
  • Las personas sin síntomas deben permanecer aisladas durante un mínimo de 10 días desde el resultado positivo.
Información tomada de: Organización Mundial de la Salud. (02 de marzo de 2021). Actualización de la estrategia frente a la COVID-19. Recuperado de: Preguntas y respuestas sobre la atención en el domicilio y la COVID-19 para las familias y los cuidadores (who.int)

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